sábado, 13 de junio de 2009

¡DERECHO A MORIR DIGNAMENTE! ES UNO MISMO QUIEN DECIDE?

                                        
 El Huffington Post y El País se hacían eco del anuncio, difundido por la agencia francesa de noticias AFP, de que el presidente François Hollande prometía una nueva ley sobre el final de la vida para el próximo mes de junio, confieso haber tenido un sentimiento de alegría y, por qué no reconocerlo, de cierta envidia.

 Vivimos tan malos tiempos para los derechos ciudadanos que el anuncio de una mejora, aunque sea en Francia, puede suponer un asidero de esperanza. Al fin y al cabo la historia nos enseña que ningún avance en derechos queda mucho tiempo confinado al Estado que lo reconoce sino que se extiende más o menos velozmente a su entorno cultural y político. Francia se sumaría así a la lista de países europeos que, como Holanda, Bélgica, Luxemburgo y Suiza, han legalizado la ayuda prestada para morir en algunas circunstancias.


Desmoraliza comprobar que, después de veintiocho años de historia de España en los que se han conseguido innegables cambios sociales y avances de las libertades ciudadanas, se siga repitiendo la misma petición de ayuda para morir sin que en ese tiempo hayamos conseguido una solución legislativa para estas angustiosas situaciones. Desde un comprensible pesimismo podría incluso pensarse que el cambio al respecto en ese cuarto de siglo ha sido a peor: en 1984 la audiencia era estatal y en la televisión pública y hoy, sólo en un periódico de difusión provincial de una comunidad autónoma que, para más perplejidad, cuenta con una ley de muerte digna que se manifiesta incapaz de resolver situaciones como la de Francisco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario